Este trabajo parte de la lectura completa de Misteriosa Buenos Aires , de Manuel Mujica Láinez.
La consigna fue, crear nuevas historias consignando la fecha de las mismas imitando el formato del libro.
Aixa Florencia Guerra Llerena 2° 4°
La consigna fue, crear nuevas historias consignando la fecha de las mismas imitando el formato del libro.
Aixa Florencia Guerra Llerena 2° 4°
Memoria de un enamorado
2004
Elías es un chico alto de pelo corto y negro. Tiene ojos marrones y sobre su nariz descansan unos anteojos color negro. Es un muchacho común como cualquiera. Asiste a clases de lunes a viernes a la mañana. Esta en 5º año de secundaria, eso significa que este año termina y que el próximo año debe conseguir un trabajo para poder pagar sus estudios. Lo único que estudia en estos momentos es su instrumento favorito, va a clases de batería. No le gusta hacer deportes pero debe ir a gimnasia. Es uno de esos chicos al que uno lo ve y piensa que no tiene amigos, que es solitario, que es rato y que es de otro planeta. Pero no es así. Tiene amigos y aunque este las 24 horas del día jugando al famoso juego “El Solitario”, el no es así.
Todos los domingos se encuentra con sus amigos en algún sitio para comer algo y de allí se van a algún parque para jugar al football, pero como a el no le gusta hacer deportes, solo va para pasar un buen rato junto a sus amigos y mientras ellos juegan él se coloca los auriculares y a todo volumen se pone a escuchar a su banda favorita de rock pesado debajo de algunos árboles para que el sol no toque su piel blanca.
El ultimo domingo de noviembre él y sus amigos se encontraban en un parque cuando a lo lejos unos de sus amigos, llamado Lucas, recién llegaba allí pero no estaba solo. Había ido con sus hermanas y con varios amigos y amigas. Llegan a donde estaba sentado Elías y Lucas le presenta a sus invitados. Elías se hace amigo de todos muy rápido. Es un chico muy sociable. De entre todas las personas que había, solamente una había llamado su atención. Se trataba de una chica llamada Sabrina. Ella tenía un poco menos de estatura que Elías. Tiene el cabello castaño. Él piensa que sus ojos son dos estrellas que se pueden ver desde mucha distancia y siempre destellan una luz que hace que él se sienta bien, incluso en esos momentos en el que Elías se queda mirando sus ojos celestes y pone cara de bobo según sus amigos.
Ese domingo a la noche fueron todos a comer a un lugar de comidas rápidas. Juntaron un par de mesas para sentarse todos juntos y al lado de Elías se sentó Sabrina. Nervioso le hablo.
-¿Qué pediste para comer?
-No pedí nada-dijo Sabrina con una sonrisa-No me gusta comer en estos lugares. Prefiero la comida hecha en casa.
Así comenzaron a hablar de sus gustos, de música, viajes, de sus respectivas familias y otras cosas. Sabrina le comentó que ella también estaba en 5º año de secundaria y quedaron en invitarse a sus fiestas de egresados que eran en las primeras semanas de diciembre. Parecía que a Sabrina también le había gustado la animadora charla con Elías. Por supuesto Elías no dejaba de mirarla a los ojos y decir cosas tontas. Pero a Sabrina le causaba mucha risa cuando decía cosas disparatadas. Cuando ya se estaban por ir Elías se acerco a Sabrina y con una tensión en el cuerpo finalmente le dijo:
-Si queres podes volver el domingo que viene al parque y seguimos hablando. O podemos salir algún día a caminar, ir al cine o al lugar que quieras.
-Bueno, sí. Te paso mi número y después te llamo o me llamas y arreglamos para encontrarnos algún día.
-Si. Pasame tu número y yo te llamo.
Elías no podía creer lo que estaba pasando. Era la primera vez que se interesaba en una chica y en tan poco tiempo intercambiaban teléfonos.
-Me tengo que ir-dijo Sabrina-Ya se están yendo mi hermana y mis hermanos.
-Ah…bueno. Entonces te llamo y nos vemos algún día de estos.
-Bueno. Chau.
-Chau
Elías se fue a su casa con una sonrisa en la cara y lo único que tenía que hacer era pensar un buen lugar a donde invitarla. Decidió llevarla a tomar un café. Algo simple. La llamó y acordaron el lugar en donde encontrarse. Finalmente llegó el día y fueron a tomar café y a charlar.
-Te traje la invitación a mi fiesta de egresados-dijo Elías muy entusiasmado.
-¡Que bueno! Yo también te traje la invitación a mi fiesta. Espero que puedas ir.
-Seguro voy, pero no pienses que voy a estar todo el tiempo bailando como loco en medio de la pista toda la noche
-Jajaja. Ya vas a ver…sin que te des cuenta te voy a sacar a bailar y vas a estar justo ahí, en medio de la pista frente a todos y vas a estar bailando.
Estuvieron toda la tarde hablando hasta que llego la hora de las clases de batería de Elías.
Se despidieron y quedaron en verse el próximo domingo en el parque en donde se conocieron.
Llego el día de la fiesta de Sabrina y Elías canceló unos planes que tenía para ese día para poder concurrir a la fiesta de su amada. Entró en el local y Sabrina lo recibió. Como Elías había llegado un poco tarde, se fueron la pista de baile y lo que había dicho Sabrina acerca de que Elías ese día estaría bailando…se cumplió sorprendentemente. Y para la sorpresa de Sabrina, Elías bailaba muy bien. A la semana siguiente fue la fiesta de Elías y ocurrió lo mismo. Los amigos de Elías también se sorprendieron al ver que él estaba bailando y con una chica que había conocido hacía un mes. Los dos se divirtieron mucho en sus fiestas. Pero la felicidad que sentía Elías al pasar un rato con Sabrina se iba a terminar…
Un par de días antes de que terminara el mes de diciembre, Sabrina le comentó a Elías que la habían invitado a ir a un recital de una banda nacional y le preguntó si la podía acompañar, para no ir sola de noche. Lamentablemente Elías no podía. Ese 30 de diciembre lo tenía que pasar con su familia ya que tenían una reunión familiar y tenia que estar presente. Aun así Sabrina fue…lo peor estaba por pasar.
El 30 de diciembre Elías estaba acostado en su pieza mirando televisión, nada fuera de lo común. De repente se detuvo en un canal de noticias y miró lo que estaba pasando…una tragedia. El local en el que estaba tocando la banda nacional que Sabrina había ido a ver se estaba incendiando. Lo primero que hizo fue tomar un poco de plata para pagar el taxi que iba a tomar para ir hasta allí. Salió desesperado de su casa con el peor pensamiento en la cabeza. Cuando llegó al lugar del incendio trató de averiguar entre toda esa multitud de gente si alguien conocía a alguna chica llamada Sabrina. Algunos decían que sí, pero no era ella.
Otros estaban desesperados buscando a sus seres queridos y no le prestaban atención. Corriendo por todos lados llegó a visualizar a una chica con los rasgos parecidos a su querida Sabrina. Era ella. Se encontraba acostada en la calle, como muchos chicos, rodeada de médicos y de sus amigas que estaban todas sucias del humo y no podían parar de llorar desconsoladamente. Luego de un rato largo los médicos dieron la triste noticia. Había muerto. Los médicos explicaron que murió por los golpes que recibió en todo su cuerpo y por el humo que había dentro del local. Cuando trataban de salir Sabrina en un momento se había resbalado y había caído al piso y fue en ese instante cuando una avalancha de cuerpos desesperados por salir, pasó por encima de la muchacha. Sus amigas fueron quienes la encontraron tirada en el piso y lograron llevarla cerca de una ambulancia y fue allí cuando los médicos hicieron todo lo que estaba a su alcance para poder salvarla. Elías no podía creerlo. No quería creerlo…
Días después fue el velorio de Sabrina. El concurrió pero no podía retener las lágrimas que salían de sus ojos al recordar esos momentos tan hermosos que había pasado con ella. Era muy fuerte el amor que sentía hacia ella. Nunca se sintió así. Nunca la iba a olvidar.
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