lunes, 15 de septiembre de 2008

Cuento didáctico

Autoras: Agostina Stahl y Micaela De Lucca Geloso 1° 1°
La consigna: inventar un cuento didáctico con moraleja implícita o explícita.
El curso hizo una lista de los valores que se tendrían que destacar en un cuento didáctico o fábula, las chicas eligieron "la valentía".

Sagrada Valentía
Una vez, una niña muy miedosa le comentó a su abuela con tristeza que sus amigas iban a ir a un campamento, pero ella no iría, porque las chicas le habían dicho burlándose que ahí sólo podían asistir los valientes "el lugar donde acamparían era peligroso y lo más temible de aquel sitio era que estaba muy concurrido por brujas."
Luego de escucharla, la abuelita le dijo:
-Luna (que así se llamaba la chica), vení a tomar el té que mientras te cuento una historia.
"Dos amigos iban caminando por las soledades de un bosque, al rato de manera repentina, se dejó caer la noche, así que se dispusieron a acampar. Pero por desgracia, el lugar elegido no fue precisamente el indicado, ya que se acostaron cerca del gran sauce.
Minutos después, debajo de dicho árbol, empezaron a llegar las brujas que eran una más horripilante que la otra, y por último, como frutilla del pastel, llegó el mismísimo diablo.
Los dos compañeros se treparon velozmente a la copa del gran sauce observando aterrorizados el aquelarre de satán y sus hijas. Uno de ellos, Jhon, el más débil, le dijo a su amigo Harry que no podría seguir sosteniéndose. Así que el cobarde se soltó y cayó. Al verlo, las brujas al unísono pensaron que iban a cenar su plato favorito: "jovencito cobarde a la parrilla". El acompañamiento era opcional, para las dependientes de los lípidos, papas fritas; para las más tradicionales o clásicas, puré; por último la opción light, ensalada mixta con vinagre y sal.
Harry, que era el más valiente y astuto, empezó a tirar rocas, piedras y piedritas. Pronto se le acabaron sus municiones y con ello se le agotaron también las ideas, pero no por eso se dio por vencido, ni perdió su fe o valentía.
Pronto recordó la única cosa de valor que tenía colgada de su cuello y ésa era la cruz que había heredado como legado de su familia; así que la sacó y ésta iluminó todo el bosque. Al verla Lucifer y sus condiscípulas huyeron segados por el intenso brillo, dejando así libre al pobre Jhon.
Luego los dos jóvenes emprendieron raudamente la vuelta a sus hogares, sanos y salvos."
Cuando la anciana finalizó su relato le obsequió a su nieta el crucifijo que tenía colgado. La vieja mujer le reveló que ese objeto había sido de su padre, o sea del valiente Harry, bisabuelo de Luna y lo podría llevar al campamento para estar segura y protegida.
Al día siguiente la chica fue a la escuela y les comunicó a sus compañeras que iría a la excursión, con o sin brujas. Porque a pesar de que el miedo no se le había ido por completo, es bueno recordar que la valentía no es la ausencia del miedo, sino la capacidad de afrontarlo dignamente.

NUEVA "MISTERIOSA BUENOS AIRES"

Este trabajo parte de la lectura completa de Misteriosa Buenos Aires , de Manuel Mujica Láinez.
La consigna fue, crear nuevas historias consignando la fecha de las mismas imitando el formato del libro.


Aixa Florencia Guerra Llerena 2° 4°






Memoria de un enamorado
2004

Elías es un chico alto de pelo corto y negro. Tiene ojos marrones y sobre su nariz descansan unos anteojos color negro. Es un muchacho común como cualquiera. Asiste a clases de lunes a viernes a la mañana. Esta en 5º año de secundaria, eso significa que este año termina y que el próximo año debe conseguir un trabajo para poder pagar sus estudios. Lo único que estudia en estos momentos es su instrumento favorito, va a clases de batería. No le gusta hacer deportes pero debe ir a gimnasia. Es uno de esos chicos al que uno lo ve y piensa que no tiene amigos, que es solitario, que es rato y que es de otro planeta. Pero no es así. Tiene amigos y aunque este las 24 horas del día jugando al famoso juego “El Solitario”, el no es así.
Todos los domingos se encuentra con sus amigos en algún sitio para comer algo y de allí se van a algún parque para jugar al football, pero como a el no le gusta hacer deportes, solo va para pasar un buen rato junto a sus amigos y mientras ellos juegan él se coloca los auriculares y a todo volumen se pone a escuchar a su banda favorita de rock pesado debajo de algunos árboles para que el sol no toque su piel blanca.
El ultimo domingo de noviembre él y sus amigos se encontraban en un parque cuando a lo lejos unos de sus amigos, llamado Lucas, recién llegaba allí pero no estaba solo. Había ido con sus hermanas y con varios amigos y amigas. Llegan a donde estaba sentado Elías y Lucas le presenta a sus invitados. Elías se hace amigo de todos muy rápido. Es un chico muy sociable. De entre todas las personas que había, solamente una había llamado su atención. Se trataba de una chica llamada Sabrina. Ella tenía un poco menos de estatura que Elías. Tiene el cabello castaño. Él piensa que sus ojos son dos estrellas que se pueden ver desde mucha distancia y siempre destellan una luz que hace que él se sienta bien, incluso en esos momentos en el que Elías se queda mirando sus ojos celestes y pone cara de bobo según sus amigos.
Ese domingo a la noche fueron todos a comer a un lugar de comidas rápidas. Juntaron un par de mesas para sentarse todos juntos y al lado de Elías se sentó Sabrina. Nervioso le hablo.
-¿Qué pediste para comer?
-No pedí nada-dijo Sabrina con una sonrisa-No me gusta comer en estos lugares. Prefiero la comida hecha en casa.
Así comenzaron a hablar de sus gustos, de música, viajes, de sus respectivas familias y otras cosas. Sabrina le comentó que ella también estaba en 5º año de secundaria y quedaron en invitarse a sus fiestas de egresados que eran en las primeras semanas de diciembre. Parecía que a Sabrina también le había gustado la animadora charla con Elías. Por supuesto Elías no dejaba de mirarla a los ojos y decir cosas tontas. Pero a Sabrina le causaba mucha risa cuando decía cosas disparatadas. Cuando ya se estaban por ir Elías se acerco a Sabrina y con una tensión en el cuerpo finalmente le dijo:
-Si queres podes volver el domingo que viene al parque y seguimos hablando. O podemos salir algún día a caminar, ir al cine o al lugar que quieras.
-Bueno, sí. Te paso mi número y después te llamo o me llamas y arreglamos para encontrarnos algún día.
-Si. Pasame tu número y yo te llamo.
Elías no podía creer lo que estaba pasando. Era la primera vez que se interesaba en una chica y en tan poco tiempo intercambiaban teléfonos.
-Me tengo que ir-dijo Sabrina-Ya se están yendo mi hermana y mis hermanos.
-Ah…bueno. Entonces te llamo y nos vemos algún día de estos.
-Bueno. Chau.
-Chau
Elías se fue a su casa con una sonrisa en la cara y lo único que tenía que hacer era pensar un buen lugar a donde invitarla. Decidió llevarla a tomar un café. Algo simple. La llamó y acordaron el lugar en donde encontrarse. Finalmente llegó el día y fueron a tomar café y a charlar.
-Te traje la invitación a mi fiesta de egresados-dijo Elías muy entusiasmado.
-¡Que bueno! Yo también te traje la invitación a mi fiesta. Espero que puedas ir.
-Seguro voy, pero no pienses que voy a estar todo el tiempo bailando como loco en medio de la pista toda la noche
-Jajaja. Ya vas a ver…sin que te des cuenta te voy a sacar a bailar y vas a estar justo ahí, en medio de la pista frente a todos y vas a estar bailando.
Estuvieron toda la tarde hablando hasta que llego la hora de las clases de batería de Elías.
Se despidieron y quedaron en verse el próximo domingo en el parque en donde se conocieron.
Llego el día de la fiesta de Sabrina y Elías canceló unos planes que tenía para ese día para poder concurrir a la fiesta de su amada. Entró en el local y Sabrina lo recibió. Como Elías había llegado un poco tarde, se fueron la pista de baile y lo que había dicho Sabrina acerca de que Elías ese día estaría bailando…se cumplió sorprendentemente. Y para la sorpresa de Sabrina, Elías bailaba muy bien. A la semana siguiente fue la fiesta de Elías y ocurrió lo mismo. Los amigos de Elías también se sorprendieron al ver que él estaba bailando y con una chica que había conocido hacía un mes. Los dos se divirtieron mucho en sus fiestas. Pero la felicidad que sentía Elías al pasar un rato con Sabrina se iba a terminar…
Un par de días antes de que terminara el mes de diciembre, Sabrina le comentó a Elías que la habían invitado a ir a un recital de una banda nacional y le preguntó si la podía acompañar, para no ir sola de noche. Lamentablemente Elías no podía. Ese 30 de diciembre lo tenía que pasar con su familia ya que tenían una reunión familiar y tenia que estar presente. Aun así Sabrina fue…lo peor estaba por pasar.
El 30 de diciembre Elías estaba acostado en su pieza mirando televisión, nada fuera de lo común. De repente se detuvo en un canal de noticias y miró lo que estaba pasando…una tragedia. El local en el que estaba tocando la banda nacional que Sabrina había ido a ver se estaba incendiando. Lo primero que hizo fue tomar un poco de plata para pagar el taxi que iba a tomar para ir hasta allí. Salió desesperado de su casa con el peor pensamiento en la cabeza. Cuando llegó al lugar del incendio trató de averiguar entre toda esa multitud de gente si alguien conocía a alguna chica llamada Sabrina. Algunos decían que sí, pero no era ella.
Otros estaban desesperados buscando a sus seres queridos y no le prestaban atención. Corriendo por todos lados llegó a visualizar a una chica con los rasgos parecidos a su querida Sabrina. Era ella. Se encontraba acostada en la calle, como muchos chicos, rodeada de médicos y de sus amigas que estaban todas sucias del humo y no podían parar de llorar desconsoladamente. Luego de un rato largo los médicos dieron la triste noticia. Había muerto. Los médicos explicaron que murió por los golpes que recibió en todo su cuerpo y por el humo que había dentro del local. Cuando trataban de salir Sabrina en un momento se había resbalado y había caído al piso y fue en ese instante cuando una avalancha de cuerpos desesperados por salir, pasó por encima de la muchacha. Sus amigas fueron quienes la encontraron tirada en el piso y lograron llevarla cerca de una ambulancia y fue allí cuando los médicos hicieron todo lo que estaba a su alcance para poder salvarla. Elías no podía creerlo. No quería creerlo…
Días después fue el velorio de Sabrina. El concurrió pero no podía retener las lágrimas que salían de sus ojos al recordar esos momentos tan hermosos que había pasado con ella. Era muy fuerte el amor que sentía hacia ella. Nunca se sintió así. Nunca la iba a olvidar.

NUEVA "MISTERIOSA BUENOS AIRES"

Este trabajo parte de la lectura completa de Misteriosa Buenos Aires , de Manuel Mujica Láinez.
La consigna fue, crear nuevas historias consignando la fecha de las mismas imitando el formato del libro.

MACARENA CHEJOLÁN 2°4°

El último llanto

Lisabeta de Salamanca era la hija adorada del gobernador, de clase muy alta, pero de buen corazón. lan Airén era un chico muy humilde y pobre. Se conocieron una vez en la calle de casualidad y desde entonces no hubo día que no se vieran. Salían a escondidas a la media noche, cuando solo la luz de los faroles los veían. A medida que pasaban los días se enamoraban más y más. Si alguien se enteraba del amor que guardaban a ella la castigarían y la obligarían a casarse con algún desconocido de su clase y a él seguramente lo matarían. Por que sería una verdadera vergüenza para la familia, que la hija de un hombre tan importante como lo era el señor Ricardo de Salamanca tuviera un noviazgo con un muchacho tan poca cosa.
Todas las noches cuando se veían, ella le enseñaba a leer y a escribir. Él aprendía con mucha emoción. Eran muy felices juntos, él la quería y mucho. No había nada más importante que ella en su vida. Y ella lo amaba como a nadie, soñaban con un día escaparse y casarse, para ser completamente felices.
Un día todo en sus vidas se les derrumbó. Al padre de lan, Justo Airén, le llego una oportunidad para ir al exterior. Le ofrecían casa y trabajo, Justo y su mujer decidieron aceptar la oportunidad y marcharse.
Esa noche lan se despidió de Lisabeta, le prometió amor eterno, ella lloraba sin cesar y le dio un anillo fabricado con hilos de colores. Se comprometieron a escondidas, esa noche de agosto aunque haya sido de mentira.
Ya han pasado diez años de cuando él se marchó, todo sigue igual, ella lo recuerda cada noche como la primera vez. Seguía teniendo puesto el anillo en su dedo anular de la mano izquierda. Durante los diez años de ausencia de lan, ella había rechazado a cuanto muchacho se le cruzaba.
Una mañana cuando se levantó, decidió ir a buscarlo, sabía que estaba en la ciudad de México. Ya tenía edad suficiente para decidir lo que quería. Y fue así como fue en busca de su amor. Cuando llegó a la ciudad tardó once días en encontrar la casa de los Airén.
La casa era grande y muy linda, Justo la atendió muy amablemente y le dio la peor noticia que podía recibir, le dijo que Ian había muerto el pasado 12 de septiembre. Ella se largó a llorar. Fue un llanto profundo y doloroso, un llanto como el de una madre cuando pierde a su hijo, un llanto único. Justo le dijo que antes de que él muriera, le había dejado una carta para que se la entregara a ella. Lisabeta la tomó y se marchó
Sentada en el pasto suave leyó la carta que decía:
Mí querida Lisabeta:
Me he tenido que marchar. Lejos de ti nada fue igual. No he pasado un día sin pensar en ti. Fuiste lo mas importante que he tenido, por que tu fuiste mi corazón.
Mi querida Lisabeta en mi corazón yo siempre estuve casado contigo.
Con todo el amor que te pude brindar te digo gracias por hacerme sentir el hombre más feliz.
Ian Airén de Salamanca.

NUEVA " MISTERIOSA BUENOS AIRES"

Este trabajo parte de la lectura completa de Misteriosa Buenos Aires , de Manuel Mujica Láinez.
La consigna fue, crear nuevas historias consignando la fecha de las mismas imitando el formato del libro.

NAHUEL MURRU 2° 4°
Dos vidas paralelas
1994


Era un día como cualquier otro en la comercial calle Pasteur. Nadie se imaginaría que a las 9:53 de la mañana del 18 de julio de 1994 la muerte estaría rondando por allí. En realidad se escondía en un inocente vehículo que pasaba por la sede de la AMIA a la altura de Pasteur al 600. Entre otros, ésta se fijó en dos personas, la más pequeña que tenía 5 años y la más grande que tenía 73. Ambos con diferentes historias de vida pero que ese día fueron unidas para siempre.
Uno se llamaba Sebastián, que caminaba por allí con su mamá Rosa en dirección al Hospital de Clínicas. El otro era Faiwel o Pablo. Un polaco nacionalizado argentino que estaba esperando trabajo en la sede.
Unos días antes Sebastián le había preguntado a su madre donde estaba el Abuelo Julio y cuando ella le contestó que estaba en el cielo el repreguntó:-“¿Cuándo se van las personas al cielo?
La mamá respondió:-“Cuando se hacen viejitas. Su alma se sale del cuerpo y se va al cielo. Pero para eso tenés que ser muy bueno”. A Seby le preocupaba que su mamá se fuera al cielo por eso dijo:-“En ese momento voy a estar al lado tuyo, te voy a agarrar el alma y no la voy a dejar subir así te quedas conmigo”. Ese terrible día hace 14 años Sebastián murió entre los escombros y su alma se fue al cielo con sus abuelitos Julio y José.
La otra vida, entre todas las que se llevó la muerte, fue la de Faiwel o Pablo. Este polaco desocupado había llegado a la Argentina a los 8 años e incorporó inmediatamente las costumbres típicas de nuestro país junto con las tradicionales del suyo. Así es como mezclaba el mate con el Leikej de miel y los asados con los Varenikes. Era porfiado y le gustaba discutir. Le decía siempre a su sobrino:-“Venite a tomar unos mates y peleamos un poquito”. Fue sastre, llegó a tener un taller y luego fue empleado. Fue descartado del trabajo como muchos otros argentinos y ese día fatal encontró la muerte en la bolsa de trabajo de la AMIA.
Esta muerte absurda no los discriminó; se los llevó tanto al pequeño como al anciano, al judío como al no judío, al que caminaba por la vereda como al que atentaba en el corazón del edificio. Ambos permanecerán en las memorias de todos para recordar el dolor que no cesa. Sebastián y Faiwel son las puntas de la vida que se encontraron en la muerte.

NUEVA "MISTERIOSA BUENOS AIRES"

Este trabajo parte de la lectura completa de Misteriosa Buenos Aires , de Manuel Mujica Láinez.
La consigna fue, crear nuevas historias consignando la fecha de las mismas imitando el formato del libro.

Fernando Moreno 2° 4°
Luna de Estrellas
1982

Esa mañana me había levantado al salir el sol para ayudar a mi madre a ordeñar las vacas y así poder desayunar. El día estaba lleno de luz y los pájaros cantaban alegremente bajo el cálido sol santafecino. Al terminar la ardua tarea, entramos a la vieja casona adornada de telarañas y polvo por doquier donde parecía que uno estaba rodeado de fantasmas que miraban sin cesar vuestro par de ojos asustados como niños.
Esa misma tarde, mientras el sol repetía su rutina de siempre, mi madre Anastasia y yo, escuchábamos la radio mientras el locutor informaba el grave suceso de que la guerra de las Malvinas había comenzado la noche anterior, bajo la luz de la luna llena.
Se hacia de noche y yo siempre salía a ver como las estrellas iban tomando su lugar en el inmenso espacio, imaginando que mi padre estaría viéndome desde allí arriba, desde donde las estrellas adornaban el espacio y, mirando fijamente podía diferenciar una perfecta luna de estrellas desde la cual mi padre estaría orgulloso al ver a su hijo Facundo, cuidando de su madre y ayudándola.
La noche del 5 de abril, mientras escrutaba el cielo me quedé dormido en el patio y soñé con algo extrañamente real, como si en verdad estuviese pasando,…
Soñaba que mi padre, desde el cielo me decía que mi destino ya estaba sellado, me dijo que al día siguiente unos hombres vendrían por mí a llevarme donde las estrellas tocan el suelo y donde podría estar mas cerca de él, me dijo también que estaría luchando a mi lado y me hizo prometer que volvería sano y salvo a casa, para seguir ayudando a mamá y seguir viviendo tranquilamente lo que me restara de vida.
Y así fue, al día siguiente Anastasia lloraba desesperadamente mientras hablaba con dos hombres altos y robustos como dos solemnes estatuas demacradas por los años. La noticia de que debía ir a combatir por la patria a las islas Malvinas causó una profunda herida en el corazón de mi madre.
Casi sin pensarlo y llevando lo esencial, partimos hacia Buenos Aires junto a otros jóvenes desafortunados con el mismo destino acechando a su alrededor, para luego ser trasladados a Tierra del Fuego y por último seguir su rumbo hacia lo que podría llegar a ser la tierra dueña de nuestros últimos suspiros de vida. Dejando a mi madre sola en la profundidad de la gran casona llena de fantasmas.
Mientras nos trasladaban hacia Buenos Aires, no lograba ver nada más que caras llenas de melancolía y tristeza, y, al llegar a la gran ciudad, la expresión en la cara de la gente no era exactamente la expresión que todos queríamos ver. Tristeza llantos de mujeres y niños bajaban nuestro autoestima haciéndonos sentir peor de lo imaginable.
Los militares nos reunieron en un gran estacionamiento abandonado y nos separaron en grupos. Allí fue donde conocí a Alejandro, que, al parecer se encontraba en la misma situación que yo; había dejado sola a su madre e hijo en la inmensidad de la vieja casa.
Mi nuevo amigo y yo fuimos seleccionados para desembarcar en las islas y luchar por la patria hasta morir, así que nos llevaron en un autobús lleno de combatientes hacia Tierra del Fuego y, luego de tres días de un agotador viaje llegamos a destino. Nos dieron un arma, unas ropas para vestir a la hora de luchar y sin ninguna instrucción de cómo disparar nos dirigieron hacia un barco para llegar a las Malvinas y comenzar la guerra.
Recuerdo muy bien ese viaje desde Tierra del Fuego hasta las Malvinas, recuerdo que la noche era hermosa y las estrellas brillaban como si fuera la ultima vez que lo harían, también recuerdo el accionar de los inexpertos soldados ante la crueldad del intenso frío, pero eso no me importaba, el frío era solo otro factor más para entristecer mi corazón ya abatido por lo que sucedía alrededor.
Ese hermoso cielo antártico era únicamente asombroso, miraba detenidamente las estrellas, y haciendo la señal de la cruz buscaba esa luna de estrellas para sentirme mas seguro con mi padre a mi lado.
Era casi imposible diferenciar el cielo del mar, ya que el reflejo de los astros del zodiaco era tan perfecto sobre el agua del mar que era como si estuviésemos navegando en el mismo espacio exterior.
Llegamos a las islas, donde solo había sangre, frío y temor sobre los que ya estaban asentados en el lugar y descansamos por varias horas.
Alejandro se notaba muy nervioso e inquieto entonces decidió salir a caminar, pero a los cinco minutos de caminata, volvió exaltado a donde me encontraba yo y me gritó ¡Vamos a atacar! Tomé mis armas y partimos junto a un pelotón hacia un lugar cuyo nombre no recuerdo.
En fin, al llegar a dicho lugar, comenzamos a caminar sigilosamente entre los arbustos, nos mirábamos unos a otros para saber qué estaba ocurriendo cuando de repente el zumbido de una bala pasó a menos de 5cm de mí. Todos empezamos a disparar sin saber a qué y comenzaron a explotar bombas por doquier.
Imágenes de mis amigos disparando y gritando, de mis amigos con los que la noche anterior estuve hablando venían a mi cabeza como amargos recuerdos. Los veía morir ante mis ojos y se me caían lagrimas del sufrimiento, del dolor, miraba a mis costados y veía mas y mas soldados cayendo y gritando, delirando sin parar hasta que todo calló… sólo escuchaba mi respiración y los difusos gritos de mis compañeros.
Di tres pasos nada más, caí al suelo de espaldas y allí estaba, allí estaba la luna de estrellas que tanto buscaba cuando viajábamos hacia aquí, allí estaba la cara de mi padre gritando que me levantara y corriera para salvarme. Tardé al menos 10 minutos en el piso hasta entender lo que decía mi espíritu salvador, y, con todas mi fuerzas me levanté y corrí, corrí y corrí sin parar, corría con el corazón en la garganta, miraba el suelo y no podía ver mas que sangre y cuerpos todavía delirando por ayuda hasta que vi a Alejandro allí, me detuve para ayudarle y fue ahí cando me di cuenta de que una bala me había atravesado el hombro izquierdo y estaba desangrándome pero aun más importante era la salud de mi moribundo amigo. Lo alcé en mis hombros y luego de unos pasos, escuché la ronca voz del comandante gritando ¡RETIRADA! y caí al piso junto a mi compañero.
Al despertar, estaba en un lugar espantoso, lleno de soldados malheridos y moribundos, al lado de mi cama estaba Alejandro, respirando con mucha dificultad, las enfermeras me dijeron que ya no había nada que hacer, según ellas, mi amigo ya no volvería a ver el sol de la mañana siguiente.
Todavía se escuchaban disparos a las lejanías del lugar. Oí a Alejandro decir sus ultimas palabras dirigidas hacia mí casi sin fuerzas, él me dijo que su madre estaría orgullosa de el y me pidió que le comunicase la perdida de su único hijo. También me dijo que le dijera a Nair, su hijo, que lo amaba y que estaría a su lado mirándolo y cuidándolo desde la luna de estrellas que siempre le mostraba cuando chico.
Con mi promesa ya cumplida la luna de estrellas desapareció de mi vida como si Alejandro hubiese ocupado el lugar de mi padre para observar a su hijo Nair y guiarlo hasta que otro padre ocupe la Luna de Estrellas que tanto miraba en mi niñez.

HAIKUS 3° 3°

Crecidos árboles
danzando a la par
desprenden su música.

Luna rara
acompañada está
con los llantos.

Lluvia y sol
alegría y tristeza
ambos producen.

La nieve fúnebre
rojizo crimen muestra
mudos testigos.

Pura cristal
verdades reflejadas
crueles e hirientes.

Negra traición
oasis de esperanza
muertas verdades.

Vagabunda alma
clivias solitarias
dolor perfuman.

Romina Belén Menendez 3º3ª

Lobos aullando
con luna sangrando
muerte violenta.

Caballos corren
en campos de tragedia
el hombre llega.

David Gutiérrez 3º3ª

Un ave rapaz
volando por los cielos
creyendo en ella.

Aquellas olas
arrastrando miseria
penetrándome.

Esa estrella
te ilumina el rostro
cuando ella quiere.

Mar perezoso
encandece a más de uno
porque se creman .

Cristian Torres 3º3ª

Los verdes prados
perfuman de alegría
las flores marchitas.

Juana di Lello 3º3ª

Aguas cristales
mares interminables
olas cambiantes.

Hojas caídas
árboles deprimidos
vientos otoñales

Nubes lejanas
cielos inalcanzables
pájaros libres.

Cielo nublado
lluvias amenazantes
vientos salvajes.

Julieta Miramón 3º3ª

En los océanos
están los mantos negros
matando vidas.

Cielo llorando
entristece mi vida
moja mi alma.

El mundo llora
está contaminado
hay que salvarlo.

Sofia Gamboa 3º3ª

Ríos podridos
agua contaminada
peces enfermos.

Lucas Rago 3º3ª
Verdes llanuras
campesinos al tenue sol
trabaja al alba.

Miradas al cielo
aves en los árboles
danzan con el sol.

Mágica luna
que descansa en el cielo
entre las nubes.

Tranquilas aguas
que reflejan el cielo
nado entre estrellas.

Pablo Poggio 3º3ª

Alta marea
transparente laguna
luna brillante.

Eterna vida
aguda vibración
fuertes colores.

Celeste cielo
amarillento sol
verdoso árbol.

Vida Patlayán 3º3ª

Grandes azules
en aguas agitadas
tiñen de rojo.

Los misteriosos
están siempre alerta
para el ataque.

Aroma a clavel
en las altas montañas
alegra el día.

Mariana Rando 3º3ª

Ojos saltones
colores dinámicos
rápida muerte.

Sombras oscuras
volando en el cielo
desgracia traen.

Gritos y llantos
flechas, balas y muerte
planeta rojo.

Nicolás Barbeito 3º3ª

Bella música
canta solo para mí
toca sin cesar.

El sol brillante
refleja en tu rostro
bello resplandor.

Evelyn Boraglio 3º3ª

Fuego prendido
costillitas ardiendo
panza llena.

Ramiro Jiménez 3º3ª

El río calmo
la luna reflejaba
junto a la brisa.

La ballena azul
libre en el océano
junto a sus hijos.

Joana Naiviat 3º3ª

El sol radiante
como estrella inmortal
brillando está.

El lago turbio
refleja en su mirar
sombras del mal.

Sauces caídos
tristeza y soledad
sin rumbo están.

Luna invernal
oculta entre las nubes
su otra mitad.

Melina Statile 3º3ª

Mares azules
contaminados y sucios
bañan las costas.

Montañas altas
maravillan la vista
de los turistas.

Chicas hormigas
adornan el paisaje
del territorio.

Los alimentos
perfuman el ambiente
de los hogares.

Peces azules
enferman el alma
por las personas.

Cambio la vida
por estar acá con vos
en la cabaña.

Los animales
ocupan la montaña
de suelo verde.

Árboles verdes
maravillan las vistas
de los turistas.

Agustín Acuña 3º3ª

Gran alegría
siento cuando me miras
ojos de cielo.

Brisa de mar
fresca como el océano
como tu boca.

Observo el cielo
cae la lluvia sin ti
perdí tu amor.

Aquella tarde
disfruté tu mirar
al caminar.

Concurso de Haikus

Producciones de Haikus para el concurso 2° año 4° división

María Mariño: El ave fénix Llorando tristemente Dolor aguado. Juan Manuel Ortiz :

Las nubes negras Lloran sobre la tierra Muy tristemente. Cantar divino De un gorrión púrpura Enamorado. Iván Devesa:

El sol en búsqueda No se pueden encontrar Está en tus ojos. Luz peculiar En el río refleja Tus sentimientos. Julieta Troitiño :

Grandes montañas Paisaje espléndido Luz brillante. Caen al suelo Unos desnudos árboles Hojas caídas. Agustina Godoy:

las rocas rotas De un sueño perdido Son un pasado. La daga mata En la lluvia sangrienta De la tormenta. Diego Peralta:

En la llovizna La luna ilumina Y no dormita. Las rosas negras Que carecen de vida En el otoño. Paula Gómez:

Una lluvia fuerte Unas estrellas brillantes Y un sol ardiente. Rayos de sol Penetran en la selva Suaves y cálidas. Sonia Kachuka :

El invierno es Un sentimiento cruel Que vive en mí. Frutos brillantes Reflejan su color Con dulce aroma. Camila Sosa :

Mi amor por ti Crece en los árboles Mucha felicidad. Hojas marchitas Poco a poco caen Se ven muy tristes. Macarena Chejolán :

sale de noche En el día se opone

Luna será. Aquella brisa Ese sonido de árboles Aves saldrán. Fernando Moreno :

Cristales caen Como llanto del cielo El sol se oculta. Blancas bandadas Errantes de los cielos Huestes de paz. Lourdes Marqués :

Cuervos reclaman Su corazón de hombre Cruel y vacío. Macarena Aballay :

El sol se viste De luna cuando llega La oscura noche. Nahuel Murru :

La lluvia cae Donde la noche fría Llora tranquila. Sofía Bontá :

El monte es Lo más lindo que vi Esta mañana. El feo que se Convirtió en flor Pobre murió. Nadia Szepielewicz:

El sol radiante Refleja sus rayos Sobre lagunas. Romina Esquivel :

El sol arriba Me tapaba la vista Paisaje ciego. Amor sincero No te puedes ir sin mí Yo soy tu sol. Walter Melo :

Paisaje muerto Con invierno soleado Cae sin vida. Deborah Castillo:

Los chicos corren Hacia los mantorrales Del invierno. Los pájaros grandes Van cazando las flores De primavera. Macarena Sánchez Dei :

Junto a la música Los pájaros habitan En libertad. Nicolás Urman :

Esta mañana Amaneció distinta El no alumbra. Juan Manuel Akil :

La golondrina Busca su lejano hogar Entre las ramas. Hernán Palomino :

los sauces lloran El viento sopla fuerte Las hojas caen. Santiago Cartier :

El río corre En su larga pendiente Tras las montañas. Vanesa Gay López:

El cielo grande Tan inmenso universo Será profundo.