sábado, 11 de octubre de 2008

AUTOBIOGRAFÍAS

La consigna: inventar un cuento didáctico con moraleja implícita o explícita.

Lunes a las siete de la mañana, Juan se levanta como todos los días para ir a la escuela. Él vive en una modesta casa alejada de la ciudad junto a su abuelo que es un viejito muy simpático y sabio.
Juan se mira al espejo para terminar de acomodarse la corbata y peinarse cuando el abuelo, con su voz fuerte, dice:
-¡¡¡Apuarate que vas a llegar tarde!!!
-Sí ya estoy –contestó Juan.
Apurado toma un sorbo de leche y sale corriendo al colegio.
Ya de regreso al mediodía, cuando estaba subiendo las escaleras para ir a su habitación a dejar su mochila, al pasar por un espejo ve que su reflejo es borroso pero no le da importancia. Después al almorzar estaban limpiando la mesa y lavando los platos sucios, cuando pasa por un espejo que está cerca de la cocina, ve que su abuelo se refleja bien pero él está borroso, mira a su abuelo para saber si él también vio lo mismo, pero está distraído, entonces no dice nada.
A la mañana siguiente, el anciano escucha:
-¡Abuelo! ¡Abuelo!
-Qué sucede –dice
-Algo pasa con los espejos, cada vez que me asomo está todo borroso.
El abuelo, sabio, lo mira y dice:
-Con los espejos no pasa nada, lo que sucede es que habrás dicho una mentira.
-No... pero ...¿cómo te diste cuenta? –dice con una mirada picarona Juan.
Su abuelo lo abraza y le dice que primero solucione su problema que luego le explica. Antes de salir, Juan se da vuelta y dice:
-Abuelo, ayer no fui al cole, me quedé jugando al fútbol en la plaza.
Más tarde cuando regresa, le cuenta a su abuelo que le dijo a la maestra que él fue el que había escondido la carpeta de su compañero, y a sus amigos que él había roto el compecabezas que estaban armando. Entonces el viejito sabio llevó a su nieto frente al espejo, éste al verse en él exclamó:
-¡Ya puedo verme! ¿Qué pasó?
El abuelo le dijo:
-Querido nieto, podés mentirme, podés mentirle a tus compañeros, a tu maestra, pero nunca podrás mentirte a vos mismo, porque eso se refleja en el espejo.
Juan entendió que siempre hay que decir la verdad.

Antonella Elías


La consigna: inventar un cuento didáctico con moraleja implícita o explícita.

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